Convento de Corpus Christi, Segovia



El origen del Convento de las clarisas del Corpus Christi se remonta al año 1079. Fue uno de los centros religiosos de la comunidad judía de Segovia en la época medieval y una de las más importantes de las 5 sinagogas que tuvo la ciudad. Se cree que fue construida en torno al siglo XIII en estilo mudéjar, muy parecida a la Sinagoga toledana de Santa María la Blanca, aunque las primeras noticias documentales de su existencia se remontan a 1373. Se sabe que funcionó como templo hebreo hasta su confiscación en 1410, y que nueve años después ya estaba consagrada al culto cristiano, nombrada como «iglesia nueva». En 1428 se la conoce ya bajo la advocación del Corpus Christi.
 
El 13 de enero de 1572, un grupo de hermanas penitentes se traslada a la Casa aneja a la Sinagoga para que se convirtiera en Convento de la Orden de Santa Clara. Con el fin de instruirlas en el espíritu clariano, solicitaron la ayuda de las clarisas de san Antonio el Real, de la misma ciudad de Segovia. Con la ayuda de bienhechores pudieron regresar a su Convento.
 
La Comunidad de San Antonio el Real les dio acogida en el año 1810, por espacio de tres años, pues fueron expropiadas de todos sus bienes y en 1868, durante seis años, pues las ocho comunidades religiosas de clausura de Segovia fueron reducidas a cuatro.
 
En la noche del 2 al 3 de agosto de 1899, un fatídico incendio destruyó casi por completo la Iglesia y el Convento de Corpus. Las hermanas fueron acogidas en el Convento Segoviano de Santa Isabel, instalándose un mes más tarde en la casa llamada de "Los doctrinos". En 1902 regresaron al Convento ya reedificado. 
 
 








La Iglesia sinagoga, tras una restauración exhaustiva pudo abrir sus puertas al público en el año 2003.
 









Desde 1975 la Comunidad profesa la Regla de Santa Clara. Se caracteriza también por un  especial culto a la Sagrada Eucaristía.

 


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