Convento de San Benito y Santa Clara, El Toboso, Toledo


Los orígenes del actual Convento de la Inmaculada Concepción y San Benito se remontan a 1515, época en la que existió en El Toboso, junto a la antigua ermita de San Benito, una casa de beatas o ermitorio donde vivieron primeramente tres religiosas que vestían de pardo, eran de la Orden de San Francisco y profesaban los tres votos de pobreza, obediencia y castidad. Habían prestado obediencia al P. Guardián de S. Francisco de Belmonte y vivían bajo su regla y sujeción. Más tarde, en el año 1546, el Convento fue convertido y fundado como “cenobio franciscano” por Don Antón Martínez, clérigo natural de El Toboso. Por esta época también se le denominaba como “convento de La Sentencia”.  En 1604, la pequeña comunidad se había desarrollado noblemente y profesó la Regla de la Tercera Orden de San Francisco.
En 1836, a causa de las leyes desamortizadoras de Mendizábal, la Comunidad de El Toboso fue despojada de todas sus propiedades.; tan sólo conservaron la propiedad del Convento e iglesia pero la Comunidad, aún en condiciones muy precarias, lograron sobrevivir y no abandonaron el lugar. Poco a poco, gracias a pequeñas donaciones, entre las que destaca la de don Juan Antonio Botija, capellán del Convento, la situación de la Comunidad fue mejorando.
Después de unos años de calma y serenidad, la guerra civil llevó a toda la Comunidad a Madrid, donde padeció la cárcel y muchas amenazas de muerte. Terminada la guerra, estuvieron un año en el Convento de las Clarisas de Alcalá de los Gazules (Cádiz) mientras dos hermanas, naturales de El Toboso, regresaban al Convento para habilitarlo. El 11 de febrero de 1941 pudieron, por fin,  regresar todas las hermanas.
Como fruto de su estancia en las clarisas de Alcalá de los Gazules, apenas vueltas a su convento, la comunidad solicitó el paso a la Segunda Orden franciscana, tránsito que se dio el 2 de julio de 1943 con la profesión de la Regla de Santa Clara.
En 1966 la Comunidad emprendió una importante obra de restauración del Convento que concluyó el 13 de enero de 1969. Pocos años después, D. Marcelo González, arzobispo de Toledo, el 13 de enero de 1976 bendijo la iglesia y consagró el altar, poniendo fin a una larga reparación y posibilitando un ambiente contemplativo sereno y dichoso a toda la Comunidad. 
 

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